Churriana
de la Vega, viernes 13 de septiembre de 2013
En
el Pleno Ordinario celebrado esta mañana, se ha aprobado una bajada
del Impuesto Municipal de Vehículos de Tracción Mecánica (IMVTM) y
la reducción del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) del 0,01%. En
la situación económica que padecemos, hay que apoyar cualquier
iniciativa que alivie a las economías familiares y una bajada de
impuestos no viene mal. No obstante quiero matizar estas “bajadas”
y analizarlas desde la perspectiva del ciudadano de a pie.
Impuesto
Municipal de Vehículos de Tracción Mecánica (IMVTM)
El
IMVTM es, y en 2013 continuará siéndolo, de los más caros en una
comparativa con Las Gabias, Alhendín, Armilla y Cúllar Vega, según
información facilitada por la Agencia Tributaria.
Comparativa con los ayuntamientos colindantes. |
Como
se puede comprobar, las tarifas aplicadas por el Ayuntamiento de
Churriana de la Vega han sido, durante el período de 2009 a 2012,
las más caras de todas y en 2013, tras la rebaja, sólo Armilla
presenta una tarifa algo más cara. Esta estrategia de marketing es
similar a la utilizada por establecimientos comerciales como
Mercadona: primero se suben los precios para que posteriormente su
bajada aparente ser una rebaja. El Ayuntamiento no ha rebajado el
impuesto, que debería ser aún más bajo, sino que ha cobrado por
adelantado, durante años, lo que ahora presenta como rebaja. Además,
la bajada de impuestos es progresiva, pero en sentido inverso,
beneficiando a los vehículos de mayor cilindrada y por tanto más
caros y contaminantes.
Impuesto
sobre Bienes Inmuebles (IBI)
El
Grupo Popular ha propuesto, y el pleno ha aprobado, la bajada de una
centésima (0,01%). Una circular de la Federación Española de
Municipios y Provincias desglosa el motivo por el cual el
Ayuntamiento presenta la bajada,
siendo la solución ofrecida más que cuestionable.
Entendemos que la población se pierda en los tecnicismos relativos a los impuestos, ya que la economía no es fácil de comprender, pero hay que intentar hacer el lenguaje más comprensible. El IBI es un impuesto directo sobre las propiedades inmuebles y, lejos de rebajarlo una centésima, que supondría aproximadamente una cuantía de 3 €, desde Izquierda Unida proponemos que se convierta en un impuesto progresivo, es decir, que se pague proporcionalmente a la situación patrimonial de cada ciudadano. El gobierno nacional ya se negó una vez a esta medida, que junto al Impuesto sobre el Patrimonio (reducido al 0% por el gobierno de Zapatero) supondrían a las arcas del Estado unas cantidades que permitirían reducir el IVA u otros impuestos más populares.
Finalmente hay que reseñar la prebenda que supone la exención del pago del IBI por parte de la Iglesia Católica. Todos sabemos que esta institución religiosa realiza negocios (bodas, comuniones, etc.) a través de la “voluntad” que, curiosamente, suele estar estipulada por una etérea tarifa que nadie ve pero todos conocen. La Iglesia hace negocios, dispone de banco propio que ha financiado armamento y condones, entre otras cosas, y por tanto debe colaborar con las cargas económicas como cualquier otro actor social.
Entendemos que la población se pierda en los tecnicismos relativos a los impuestos, ya que la economía no es fácil de comprender, pero hay que intentar hacer el lenguaje más comprensible. El IBI es un impuesto directo sobre las propiedades inmuebles y, lejos de rebajarlo una centésima, que supondría aproximadamente una cuantía de 3 €, desde Izquierda Unida proponemos que se convierta en un impuesto progresivo, es decir, que se pague proporcionalmente a la situación patrimonial de cada ciudadano. El gobierno nacional ya se negó una vez a esta medida, que junto al Impuesto sobre el Patrimonio (reducido al 0% por el gobierno de Zapatero) supondrían a las arcas del Estado unas cantidades que permitirían reducir el IVA u otros impuestos más populares.
Finalmente hay que reseñar la prebenda que supone la exención del pago del IBI por parte de la Iglesia Católica. Todos sabemos que esta institución religiosa realiza negocios (bodas, comuniones, etc.) a través de la “voluntad” que, curiosamente, suele estar estipulada por una etérea tarifa que nadie ve pero todos conocen. La Iglesia hace negocios, dispone de banco propio que ha financiado armamento y condones, entre otras cosas, y por tanto debe colaborar con las cargas económicas como cualquier otro actor social.
Álvaro Morales Antrás
Concejal de IU en el Ayuntamiento de Churriana
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